¿Por qué no desear para la vida eterna?

Los creyentes no tienen que “esperar” para la vida eterna, porque no es algo que comienza cuando mueren. Más bien, la vida eterna empieza en el momento en que una persona ejercita su fe en Cristo. Es nuestra posesión actual. Juan 3:36 dice, “El que cree en el Hijo tiene vida eterna.…”.

¿Qué es el don de la vida eterna?

Este don está en contraste con la “muerte” que es el resultado natural del pecado. El don de la vida eterna viene a aquellos que creen en Jesucristo, quien es “la resurrección y la vida” (Juan 11:25). El hecho de que esta vida es “eterna”, indica que la vida es perpetua, es decir, continua para siempre y sin un final.

¿Qué es la vida terrenal?

Para Agustín de Hipona, la vida terrenal es solo un valle de lágrimas cuya única importancia es ser un breve tránsito para la vida celestial. Y tenía mucha razón.